Intrusión

¿En qué nivel de sueño o realidad me encuentro? ¿Qué pasa cuando preferimos el mundo onírico y nos aislamos en él, allí donde todo es posible, en vez de asimilar la cruda realidad? Origen (Inception) de Christopher Nolan -director de Memento- nos conduce en el mundo del subconsciente a través de Dom, Leonardo DiCaprio, un extractor de secretos que acecha la mente durante el sueño. Sin embargo, esta vez tendrá que realizar, junto a su equipo, una incepción, que consiste en hacer cambiar de idea al sujeto, jugando con sus sentimientos y sus miedos, y hacerle creer que esta modificación ha sido por propia voluntad.

La película habla del chantaje emocional, la intimidación, la imposición y la guerra psicológica: los límites de la libertad, de la creación y la moral. Moldear los pensamientos no sólo cambia las personas, sino también su contexto. Los extractores juegan, pues, a ser dioses, y a cambiar el curso de los acontecimientos, ya sean de cariz sentimental -como DiCaprio con el fantasma de su mujer, Marion Cotillard- o profesional (empresarial, político), como la introducción de una idea al hijo de un magnate. Con aires de Matrix y estética de videojuego, Origen es una película compleja y que no deja relajar al espectador. Recomendable para soñadores y para los que les guste la acción.

PD: He relacionado la película con un hecho repetitivo que aparece en Noche y día, de Tom Cruise y Cameron Diaz: en un momento de tensión de la película, un instante crítico en el que se juegan la vida -que durante el film son varios-, Cruise la droga para que se duerma, sin preguntarle nada, como una imposición y una submisión.